13 de Diciembre Día del Petróleo. La fecha fue instaurada a principios del siglo XX.
El 13 de diciembre un equipo de perforación que trabajaba en la búsqueda de agua en la zona encontró a unos 540 metros de profundidad un líquido aceitoso, que luego se confirmaría eran hidrocarburos. Inmediatamente se comunicó la novedad a Buenos Aires, cambiando así la historia económica, política y social de la Nación.
5 leguas a todo rumbo, tomando como centro el de la población de Comodoro Rivadavia”. Así protegió los recursos de petróleo encontrados.
Unos cinco años después, el 29 de octubre de 1918, el equipo Patria, dirigido por el ingeniero Enrique Cánepa, descubrió a unos 100 kilómetros de Neuquén y a 605 metros de profundidad una nueva reversa de hidrocarburos. El lugar había sido señalado por el geólogo alemán Juan Keidel y posteriormente se bautizó como Plaza Huincul.
Luego de estos hallazgos, el general Enrique Mosconi impulsó en 1922 la creación de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), la primera empresa petrolera nacional dedicada a la explotación, el refino y la comercialización. Tiempo después, el Poder Ejecutivo decidió por decreto, el 30 de diciembre de 1929, crear el Instituto del Petróleo, manifestando así la firme decisión de defender el petróleo nacional.
EL YACIMIENTO NORTE
“Para contar la historia de Vespucio debemos nombrar a algunos hombres a quienes el devenir de la historia los puso como protagonistas. En primer lugar el Señor Carmelo Santerbó, quien fue el descubridor del petróleo en la zona, enfermo y empobrecido, a fines de 1906, transfiere sus minas petroleras a Don Francisco Tobar quien así obtuvo, el cateo de “Quebrada de Galarza”, de donde extraía el oro negro con baldes. Hasta que en 1910 envió un tambor a la Exposición del Centenario de la Revolución que se celebraba en Buenos Aires.
Este admirable gallego, había volcado sus esfuerzos y capital personal perforando pocos pozos petrolíferos en el flanco oriental, sondeos que fueron estériles.
En aquella época también explotaba el área la Compañía Standard Oil, la que entró en litigio con Tobar por superposición de cateos, por lo que éste se unió con YPF, cediendo sus derechos en Setiembre de 1927. El primer pozo de YPF en el norte es el V- 1 de Mina República Argentina (actualmente Campamento Vespucio) que se inició el 01/06/28 y se terminó el 12/09/28. A los 404 m de profundidad se encontró una capa surgente de petróleo de 30 m3/d de producción.
En el Año 1929 se inaugura la destilería de Campamento Vespucio, montadas para las necesidades de Subproductos del nuevo Yacimiento que luego eran vendidos a Tucumán, Salta y Jujuy enviándose por ese año el primer cargamento de petróleo en vagones tanques a Santa Fe.
Al incrementarse las actividades de la empresa, con oficinas centrales en Campamento Vespucio, el movimiento que generó incrementó el desarrollo del campamento. El mismo había nacido con el nombre “Mina República Argentina”.
Los primeros trabajadores del petróleo emplazaron sus viviendas en forma precaria. Ese puñado de hombres, bajo la dirección del doctor Pascual Sgrosso, vivía en carpas y casillas. Las torres que hacían realidad el Yacimiento Vespucio se encontraban alrededor del campamento.
Era una época realmente difícil, sin embargo, el empuje fue siempre creciente. El doctor Ricardo Lona luchaba contra las enfermedades endémicas, como el paludismo, que minaban la salud de los perforadores. La selva estaba en las puertas de las casas y había que parapetarse en ella contra víboras, arañas y mosquitos.
Posteriormente, a los primeros pobladores fueron sumándose gente venida desde Plaza Huincul y Comodoro Rivadavia. Ya a un lustro de su fundación había casas de un villorrio y se irguieron los tres primeros chalets en la entrada del campamento.
La administración se instaló en el año 1929 en Embarcación, a cuyo frente actuó el Ingeniero Julio Ayala Torales; más tarde, se trasladó la misma a la ciudad de Tartagal, corría el año 1932, su dirección estuvo a cargo del ingeniero Carlos Campodónico. Posteriormente, en el transcurso del año 1936 se desplazó a Vespucio, donde funcionó en casas ubicadas frente a lo que es hoy el Club Social.
YPF a la par de su crecimiento, fue construyendo confortables residencias. La Gran Empresa otorga a su personal viviendas modernas provistas de energía eléctrica, agua, gas y todas las comodidades que hacen más grato el quehacer diario de la población y de los agentes.
Con el pasar de los años y el crecimiento de la empresa el pueblo llegó a conformar una pequeña comunidad con innumerables comodidades para los empleados, instalaciones deportivas y sociales, mercado, proveeduría, hospital, etc.
Primeros Pobladores
El primer poblador de la zona de influencia de Vespucio fue el Señor Recaredo Fernández que se dedicaba al negocio de la madera.
El Señor Francisco Tobar se instaló en el campamento entre los años 1895 y 1900.
En el año 1925, la compañía de petróleo “Standard Oil”, levantó reducidas comodidades para oficinas y viviendas de su personal en Lomitas, parte alta del Campamento Tablillas.
El primer personal de YPF, digno de destacar pues luchó contra lo inhóspito del terreno, creó y contribuyó al engrandecimiento de la empresa y a la prosperidad de nuestro pueblo, fue el siguiente:
Jefe de Campamento: Ingeniero Pascual Sgrosso.
Delegado Contable: Sr. Héctor Giménez.
Encargado Administrativo: Sr. Paulino Valdiviezo.
Jefe de Almacenes: Sr. Nidol.
Primer Chofer: Sr. Ramón Ramírez.
Primer Contratista: Sr. Francisco Prieto.
Primera Directora: Sta. Gallegos Álvarez.
Primer Maestro: Sr. Martín Tapia.
Primer Encargado del Destacamento Policial: Sr. Francisco Rada.”
HISTORIA PETROLERA DE LA CUENCA DEL NOROESTE
A decir de Marcelo Yrigoyen que escribiera “Reseña sobre los conocimientos y la explotación de los hidrocarburos en Argentina antes de 1907”,si bien, el descubrimiento de hidrocarburos y la explotación del petróleo en la República Argentina se inicia el 13 de diciembre de 1907, día del tan feliz como casual hallazgo del “oro negro” en Comodoro Rivadavia y que ese evento sacudió vivamente el interés nacional e internacional de la industria, es verdad también que, en forma
más modesta pero menos entusiasta, 38 años antes ya se había constituido formalmente la primera empresa petrolera argentina dedicada a la explotación de los depósitos petrolíferos jujeños, riqueza mineral que ya había sido descripta en las crónicas de fines del siglo XVIII.
Desde 1787 ya comienza a escribirse sobre el petróleo argentino de la Cuenca del Noroeste y diez años más tarde se encuentran registros de otros hallazgos similares en la Cuenca Cuyana y también en la Cuenca Neuquina. Muy posiblemente estas dos últimas puedan disputarse el honor de poseer el primer petróleo en el país, pero, aunque debemos confesar que no se ha terminado una revisión exhaustiva de documentos históricos, mantendremos por ahora a las crónicas norteñas como las más antiguas versiones de la existencia de hidrocarburos en el territorio nacional.
Corría el año 1787 y las crónicas de un fraile franciscano viajero, proveniente de las Misiones de Tarija, informaban sobre la existencia de un manantial de brea en el Alto Aguareño(1) –también registrado como Alto Alguajareño(2)– dentro de la actual provincia de Salta. Este primer anuncio sobre el descubrimiento de hidrocarburos pasó desapercibido y no se conoce acción inmediata alguna relacionada con el mismo. La época del descubrimiento, 1787, y lo remoto de la zona explican por sí solos un silencio que se prolongó por más de treinta años alrededor de estos hallazgos.
En efecto, las próximas noticias del petróleo norteño provienen de D. Pablo Soria, un explorador que navegó el río Bermejo desde Zenta hasta la desembocadura en el río Paraguay, donde culminó su aventura en las cárceles del Supremo Dictador de Francia, desde 1826 hasta 1835. Del relato de viaje de Soria se destaca, para nuestros fines, la descripción de “un betún que fluye de la tierra formando un grande y perenne charco, en un paraje cercano a la margen derecha de un río grande y a las juntas de éste con el Bermejo (figura 1). Este betún, que reúne las propiedades de la brea o alquitrán, se adapta perfectamente a los objetos de construcción naval y el Sr. Soria hizo ya una prueba bien satisfactoria al carenar el buque destinado a su viaje”(3).
Poco es lo que podemos precisar hoy referente a ese hallazgo realizado tal vez hacia 1825, pero puede aceptarse
que se trata, o bien de algún manantial de petróleo cercano a las juntas del río Grande de Tarija y el río Bermejo, o
más probablemente del conocido paraje de laguna de la Brea de Jujuy, en el extremo norte de la Sierra de Santa Bárbara, en la margen derecha del río San Francisco, antes de llegar a las juntas con el Bermejo.
Después de estas aisladas noticias primigenias y del avance de la exploración regional de la comarca, el mundo científico tuvo conocimiento de los mismos en la primera obra organizada sobre la “Descripción Geographyque et Statistique de la Confederation Argentine” publicada por Juan Antonio Víctor Marín de Moussy en París en 1860/4. En esta obra se reitera la existencia de acumulaciones superficiales de “betún” descubiertas en Jujuy antes de 1860, en el macizo del Alumbre, cercano al río San Francisco.
Es posible que esta publicación, sumada a la ampliacióndel conocimiento local de los hallazgos, despertara de inmediato el interés de los hombres de empresa. Este interés se reflejó en el primer pedido realizado por D. Leonardo Villa en 1865 a la Cámara de Diputados de Jujuy, en el que solicitaba “habilitación por 15 años para fabricar kerosene a partir de los asfaltos jujeños”. Si bien este requerimiento inicial fue denegado, el mismo estimuló a los jujeños ese mismo año a organizarse como compañía de acuerdo con los cánones del Código de Comercio vigente. Los nombres de Soriano Alvarado, J. Sánchez Bustamante, Rufino Vale y Miguel Iturbe constituyen la administración de la primera empresa petrolera argentina, que nació el 22 de septiembre de 1865 con un capital de 75.000 pesos oro en acciones y una gran fe en el futuro de la industria. La Cámara de Diputados de Jujuy otorgó a la flamante “Compañía de Kerosene de Jujuy” el privilegio de explotación exclusiva de los petróleos jujeños por el término de 15 años.
Si bien los proyectos y esperanzas fueron grandes, no menores fueron las dificultades y los contratiempos que lentamente fueron minando el accionar de la Compañía. Poco antes de desaparecer, en 1868, las primeras muestras de petróleo jujeño y sus productos refinados fueron expuestos en ultramar, en una muestra técnico-industrial realizada en Pennsylvania, EE. UU.
Casi simultáneamente, en 1868 el gobierno salteño hizo llegar al Presidente Domingo F. Sarmiento muestras similares de petróleos de Salta y sus productos derivados, las que fueron posteriormente remitidas para ser exhibidas en la Primera Exposición Nacional de Córdoba, en 1871. Los petróleos de la zona de Tartagal (Salta), de Laguna de la Brea (Jujuy) y otras muestras de asfaltos mendocinos fueron examinados y observados por las personas interesadas en esta clase de especulaciones, despertando en ellos el interés de su explotación y, sobre todo, “es allí el punto y será la ocasión de hacer conocer a los nacionales y extranjeros las fuentes de nuestra riqueza”(4), según versaban los documentos de la época. Por su parte, una memoria técnica sobre la provincia de Salta preparada para la Exposición Nacional de 1871 por el Ing. de Minas Federico Stuart destacaba también la existencia de “abundantes depósitos de petróleo” en las serranías salteñas de los departamentos de Santa Victoria e Iruya.
Los primeros estudios químicos de los petróleos argentinos se realizaron en la Facultad de Ciencias Matemáticas y Físicas de la Universidad de Córdoba en 1872.los mismos fueron publicados en Alemania. Utilizando el material expuesto en la Exposición de 1871, el químico Dr. Max Hermann Siewert –quien fuera contratado por decreto de Sarmiento–
efectuó los trabajos analíticos de los crudos de Salta, Jujuy y Mendoza, presentando sus conclusiones en el “Zeitshrift fur die gesamten Naturwissenschafter” de Berlín(5).
Se llega así a 1875. Otro empresario jujeño, D. Teodosio López, obtiene entonces del Gobierno Provincial el privilegio de explotación exclusiva de un yacimiento de petróleo localizado en el Departamento de Ledesma. Ese mismo año López inicia una extracción rudimentaria del petróleo de Laguna de Brea a través de excavaciones superficiales.
López hizo ensayar su crudo exitosamente en Buenos Aires, demostrándose la buena calidad de sus destilados, pero pese a ello un brusco incremento inmediato de las tarifas ferroviarias hizo antieconómico el transporte del producto refinado a la capital argentina. La escasa demanda local y otros problemas financieros hicieron que Teodosio López abandonara su incipiente industria en 1877.
El gobierno central siguió prestando, sin embargo, especial atención a las actividades petrolíferas del Norte argentino y designó para investigar geológicamente la región petrolífera de Ledesma al Dr. Luis Brackebush, entonces profesor de Mineralogía en Córdoba y quien acompañara al General J. A. Roca en su expedición al desierto en 1879.
En el ínterin, los gobiernos de la Nación y de Salta otorgaron en 1822 a la Sociedad Altgelt & Méndez extensas concesiones en Salta por un periodo de 17 años. Esta sociedad perforó un pozo que consideramos como el primer pozo salteño(8) y que alcanzó los 92 metros de profundidad sin llegar al reservorio petrolífero. Los trabajos fueron abandonados posteriormente sin que se llegara a una explotación significativa.
Dos años más tarde el gobierno nacional envía al Norte la denominada “expedición al Chaco”, comandada por el General Benjamín Victoria. Como era usual en todas estas campañas, una Comisión Científica acompañaba la fuerza militar y cumplía con los trabajos topográficos y cartográficos así como con los estudios geológicos, botánicos y etnográficos. El jefe de la Comisión Científica, Ing. Leopold Arnaud, exploró y descubrió nuevos afloramientos y manantiales petrolíferos al pie de las serranías salteñas, ubicando en 1885 los depósitos de Lomitas, cerca de Tartagal, y continuando hasta la mentada Laguna de la Brea en Jujuy . Hasta allí trasladaron sus herramientas de perforación y realizaron un sondeo con resultados negativos en lo que hace a surgencia de petróleo líquido, no así respecto a hidrocarburos gaseosos pues la perforación y su equipo fueron destruidos por una explosión de gases y el catastrófico posterior incendio(9).
Muy poco tiempo después, en 1888, la próspera “Compañía Mendocina de Petróleo”, productora de petróleo crudo del yacimiento de Cacheuta, envió al Norte en misión de exploración a su geólogo especialista, Dr. Rodolfo Zuber. . La Compañía Mendocina perforó 4 pozos en Garrapatal pero la viscosidad del crudo obtenido no permitió alcanzar una producción comercial y los sondeos fueron abandonados en 1892.
En la primera década de nuestro siglo, en 1906 para ser más exactos y un año antes del descubrimiento de Comodoro Rivadavia, tuvo lugar la organización de la nueva“ Compañía Anglo Argentina de Petróleo S.A.”, que fue la antecesora de Francisco Tobar. Este entusiasta zaragozano, que ya había reconocido áreas potenciales en Neuquén y Mendoza, inició en 1907 sus cateos en busca de petróleo en las serranías salteñas(10). Pocas semanas antes y casi coincidentemente con el descubrimiento de petróleo en Comodoro Rivadavia, Tobar ponía en evidencia la riqueza petrolífera de la sierra de Aguaragüe, a la altura de la Quebrada de Galarza, cercana a Vespucio. El segundo pozo perforado por Francisco Tobar en 1907 entró en surgencia de petróleo arrojando el preciado líquido negro a 30 metros de altura, según los testigos presenciales.
La mina de petróleo descubierta por Tobar y que denominara “República Argentina” pasó por cesión de derechos a YPF en 1928, que continuó el desarrollo y explotación de la misma por varias décadas bajo el nombre de Yacimiento Vespucio. Poco tiempo antes la “Standard Oil Co.”había puesto en producción el primer yacimiento salteño de Aguas Blancas, en 1926.
ACONTECIMIENTOS EN EL YACIMIENTO NORTE.
Revista YPF edición de 45.000 ejemplares- Año II -N°6- Setiembre 1968
Se llevó a cabo en el Hospital Vespucio, del Yacimiento del Norte, un curso de actualización médica organizado por el Servicio de Sanidad de YPF.
En la oportunidad y con la presencia del señor Jefe de ese Departamento, doctor Federico Augspach, inauguro el curso pronunciando breves palabras alusivas, el Director del Hospital Vespucio, doctor Carlos Alberto Giordano.
Destacadas personalidades científicas desarrollaron el temario del mismo, dictando conferencias los profesores doctor Alejandro Von der Becke, doctor Alfredo Di Cio, doctor Raymundo Bosch, doctor Carlos Calatroni y doctor Enrique Brenner.
Las demostraciones quirúrgicas fueron hechas por el doctor Néstor Turco.
Gran interés despertó entre los profesionales de la zona el temario preparado para este curso, habiendo concurrido al mismo, médicos de Tucumán, Rosario de la Frontera, Salta, Ledesma, Humahuaca y de la vecina República de Bolivia, además de los profesionales que actúan en Vespucio y Tartagal.
Finalmente, la Administración del Yacimiento agasajó a todos los concurrentes y señoras con un asado, obsequiando a los profesores que dictaron el curso, objetos típicos norteños, como recuerdo de su paso por el Yacimiento.
LAS CELEBRACIONES PATRIAS EN EL NORTE
Las secuencias gráficas muestran lo adhesión brindada por el Yacimiento Norte a las celebraciones del DIA DE LA BANDERA y a la INDEPENDENCIA NACIONAL, con la presencia de instituciones escolares de la zona, autoridades de nuestra Empresa y público en general.
EN EL DÍA DEL PETRÓLEO , EL AFECTO SINCERO DESDE NUESTROS MEDIOS A TODOS LOS EX YPEFIANOS, A LOS QUE CONTINÚAN LLEVANDO LAS BANDERAS DE LA ESPERANZA SOSTENIENDO SUS CONVICCIONES Y LOS ANHELOS DE LA PRONTA REACTIVACIÓN DEL TRABAJO EN LOS POZOS SOMEROS DE LA REGIÓN Y A LOS QUE PARTIERON SABIENDO QUE SU LUCHA NO FUE EN VANO.
FUENTE: Portal de Salta /Reseña sobre los conocimientos y la explotación de los hidrocarburos en Argentina antes de 1907-Por Marcelo R. Yrigoyen/ Revista de YPF