Hoy se cumplieron 101 años del natalicio de Eva Perón, nació un 7 de mayo de 1919 en Los Toldos, provincia de Buenos Aires.
En un año donde el mundo cambió por la Pandemia del coronavirus, se hace difícil reencontrarnos, se hace difícil compartir los sentimientos de un pueblo que nunca olvidará a la Abanderada de los Humildes, que nunca olvidará a Evita.
A decir del gran Eduardo Galeano, “La odiaban, la odian los biencomidos: por pobre, por mujer, por insolente. Ella los desafía hablando y los ofendía viviendo. Nacida para sirvienta, o a lo sumo para actriz de melodramas baratos. Evita se había salido del su lugar. La querían, la quieren los malqueridos; por su boca ellos decían y maldecían. Ademas Evita era el hada rubia que abrazaba al leproso y al haraposo y daba luz al desesperado, el incesante manantial que prodigaba empleos y colchones, zapatos y máquinas de coser, dentaduras postizas, ajuares de novia. Los míseros recibían estas caridades desde el lado, no desde arriba, aunque Evita luciera joyas despampanantes y en pleno verano ostentara abrigos de visón. No es que le perdonaran el lujo; se lo celebraban. No se sentía el pueblo humillado sino vengado por sus atavíos de reina. Ante el cuerpo de Evita, rodeado de claveles blancos desfila el pueblo llorando. Día tras día, noche tras noche, la hilera de antorchas: una caravana de dos semanas de largo. Suspiran aliviados los usureros, los mercaderes, los señores de la tierra. Muerta Evita, el presidente Perón es un cuchillo sin filo.”
Decía Evita: “Yo no me dejé arrancar el alma que traje de la calle, por eso no me deslumbró jamás la grandeza del poder y pude ver sus miserias, Por eso nunca me olvidé de las miserias de mi pueblo y pude ver sus grandezas” Confieso que tengo una sola ambición, una sola y gran ambición personal; quisiera que el nombre de EVITA figurase alguna vez en la historia de mi Patria”