En nuestra ciudad la solidaridad es la base que se construye día a día cuando de ayudar a alguien se trata.
En este contexto hay una niña de apenas siete años que desde hace dos años mas o menos, lucha diariamente contra una enfermedad invasiva, cáncer de tiroides que hizo metástasis en sus pequeños pulmones.
Salomé es una nena que “irradia luz” según los dichos del Doctor Agustín Saus, el profesional que trata su problema oncológico, y no está equivocado, irradia la luz de la inocencia intacta con la fortaleza que le da Dios para sobrellevar su enfermedad siempre con la sonrisa que se dibuja en su rostro.
En estos momentos se encuentra en el Hospital Materno Infantil junto a sus padres, ya que los médicos evaluaron su estado de salud junto a los especialistas del Hospital Garrahan, que calificaron de excelente el tratamiento realizado en la capital salteña. Ahora está a la espera de una cirugía programada.
Con relación a su escolarización, la Escuela Lilia Manuela Cardozo de Mariño la recibió con los brazos abiertos, con la empatía que caracteriza a sus docentes. En esta oportunidad la Seño Maribel con una extraordinaria dedicación a sus alumnos la incluyó entre sus educandos que quieren su pronta recuperación.
Párrafo aparte es el hermoso gesto de la Vicedirectora María Elena Frías, la Directora Claudia Figueroa junto a todo el equipo directivo, de supervisión y docentes de la escuela y otras instituciones para con la inclusión de la pequeña como así también de otros niños que tienen patologías críticas de salud.
Un día en la vida de Salomé, significa la suma de momentos donde uno puede evidenciar la entrega de toda la familia al cuidado de su salud. Rosa, la mamá aprendió a ser la mejor enfermera, ella cuidadosamente la higieniza y lleva a cabo sus curaciones diarias, una de sus hermanas, la mayor, pospuso sus estudios terciarios para convertirse en su compañera de todas las horas junto a su otra hermana y el papá acompaña el desandar de la familia con su trabajo.
Sus noches requieren de un respirador a su lado, que en la habitación es parte de sus muebles junto a un tubo de oxígeno y otros elementos de curación que se intentan mimetizar con los peluches y muñecas que parecen cobrar vida cuando ella los estrecha a su corazón.
Los días transcurren, atraviesan todas las estaciones del año con sus distintos colores y texturas pero la mirada de Salomé que irradia luz, hace perpetua la primavera en sus retinas que tienen un mensaje de la inmensa bondad de Dios. Para ella es una alegría saber que se interesan por su mundo, ese mundo donde no hay lugar para un “No”, porque mas allá de las carencias económicas está el amor que todo lo puede y todo lo cura y que a veces la rutina hace que nosotros no miremos las cosas simples que en definitiva es el todo en la existencia.