El pasado viernes se llevó a cabo el acto protocolar para dar inicio a la zafra 101. Un acto distinto con la complementación tecnológica para un protocolo virtual, teniendo en cuenta la Emergencia Sanitaria que rige en nuestro país por la pademia.
El complejo Agroindustrial de la Empresa Seaboard, Energía Renovable y Alimentos, fue el centro de este acto que contó con la participación del Obispo de la Diócesis de la Nueva Orán, Monseñor Luis Scozzina que bendijo los instrumentos de trabajo, el esfuerzo y la dedicación de los trabajadores. Estuvieron representantes de la empresa, autoridades nacionales, provinciales y municipales, muchos de ellos de manera virtual, a través de plataformas digitales.
El Gobernador de la Provincia Gustavo Sáenz señaló que el inicio de la zafra101, se dá en un contexto dificil para todos, donde la economía del mundo está golpeada y también la de la provincia y del país. Agradeció y enalteció el gesto de la empresa por el compromiso y la responsabilidad empresarial de no haber dejado a ningún salteño sin trabajo, por ello instó “a seguir acompañandonos” para seguir adelante.
A su turno el Presidente de Seaboard Ingeniero Hugo Daniel Rossi, reafirmó las palabras del Gobernador de estar juntos para trabajar por Salta y los salteños, y manifestó que “nos encontramos en un contexto inimaginable, en una pandemia como no se había visto en décadas”, remarcando que aún así, hay cientos de trabajadores en sus lugares habituales con todos los elementos de seguridad y cumpliendo una infinidad de protocolos, por lo que les agradeció, haciendo extensivo este reconocimiento de todos los argentinos que necesitan de los productos esenciales que generan.
Ante esta realidad que ensombrece el panorama económico y financiero, destacó la confianza que han vuelto a ratificar los los accionistas en el equipo que conforman y resaltó que hoy están de pié, “sin subsidios ni diferimientos, ni prestamos, ni soporte alguno del estado para el pago de sueldos.
Si bien sostiene que el escenario es incierto que cambia todos los días y por ende se hace difícil planificar, expresó que hoy están listos para comenzar una nueva zafra y con expectativas positivas, esperando superar los valores del año pasado. Se pronunció asimismo por continuar mejorando la competitividad con productividad y eficiencia, instándolos a seguir construyendo con compromiso y talento sobre lo ya logrado.
En el tramo final de su discurso habló sobre la esencia de la industria con las cosechadoras saliendo al campo, el calentar de las calderas y el movimiento de los trapiches reviviendo un año mas, el milagro de la zafra. En este sentido no pudo no emocionarse recordando un día de rutina en el lugar, los encuentros, la iglesia, las charlas, las fotos, para luego con énfasis concluir con el deseo que cuando cierre la zafra se vuelvan a reencontrar y se recupere lo que nos falta hoy.
